Saramago y los apuntes de educación


Hoy ha fallecido Saramago. Ha estado activo hasta el final, defendiendo su idea de justicia públicamente hasta pocos días antes de su muerte; lo que no deja de ser admirable para cualquier persona. Y esta consideración me trae a la memoria un libro de Aurelio Arteta titulado La virtud en la mirada, que estaba dedicado precisamente a la enseñanza. Su idea era ésta: No hay educación sin admiración, pues admirar es un requisito básico, una palanca de la educación. Recordaba a Aristóteles, quien estaba convencido de que se pone más interés en aprender los asuntos “que despiertan admiración”. Y aludía también a D´Helvetius, para quien la educación era “el arte de despertar en nosotros pasiones fuertes”. Y a Simone Weil: “La educación –tenga por objeto a niños, a adultos, a individuos, a todo un pueblo o a uno mismo- consiste en suscitar móviles”. Admiración, pasión y móviles. ¿No es eso lo que nos deja Saramago? Los derechos como móviles, la pasión por sus causas, la admiración por su actitud. Quizá deberíamos tener en cuenta esta trenza de Saramago (sus móviles, su pasión, su actitud admirable) al redactar el programa municipal sobre educación.

Imagen procedente de
http://eltallerliterario.com.ar

1 comentario:

Diego Fernández Magdaleno dijo...

Una grandísima pérdida.
Descanse en paz.

Publicar un comentario